Pensaba que a estas alturas nada podía ya sorprenderme en Roma: que los autobuses cambien su recorrido aleatoriamente y sin avisar; que los profesores no aparezcan en clase o que cambien de fecha los exámenes; que los coches sólo paren cuando les miras a los ojos o que la gente baje una mesa para comer en plena calle.
Pero encontrarme a la salida del despacho de una profesora en el Hospital Policlínico, uno de los más grandes de la ciudad, que tiene por costumbre guardar en sus entrañas las más macabras sorpresas, toda una agencia de viajes frente al edificio de Immunoematologia me sorprendió.
Esta agencia debe cubrir las necesidades de todos aquellos enfermos que quieran planificar sus vacaciones entre transfusión y transfusión.
Sed buenos. Si podéis.
AurelianoBastida
(Foto: agencia de viajes Karioka Viaggi, Policlínico, Roma)
Oye, q muxas veces cd estás poxo te dan ganas de hacerte un viaje, asiq a lo mejor no está tan mal puesta la agencia en ese sitio.
Pos a mí me has sorprendido, porque yo pensaba para mí al ver la foto de la furgoneta PULTRA ¿que tendrá de especial?
Y leyendo tu entrada he descubierto que la protagonista de la entrada no era la furgoneta si no la agencia de viajes...
Estoy con Anónimo en que más de un paciente que se cure saldrá corriendo a reservarles un viajecito.