Mi compañera de piso se calla un momento; Amirpasha sigue hablando como si nada.
"Me encuentro mal, me estoy mareando", pienso mientras evito una náusea.
Un instante después, pegado aún a la nevera, acompañado por ella, me vuelvo a inclinar.
La lámpara alegre pendulea también, y marca los tiempos.
Se balancea hacia la derecha, y nos miramos en silencio.
Retrocede al otro extremo, y alguien dice: "es un terremoto".
Constante gira de nuevo, y nos acercamos a la puerta.
No hay un cuarto movimiento, porque ya ha terminado.
Sólo han sido unos segundos, pero impresionantes.
Impresiona, sobre todo, el silencio en la calle.
Sed buenos. Si podéis.
AurelianoBastida
Joder con los terremotos en esa ciudad. No estarías un pokito ebrio...q en ese estado ya sabes q la cosas parecen q se mueven con una agilidad y rapidez
Tal como lo habías contado pensé q te habías desmayao...pero luego he pensado q los mareos y las nauseas no les pasan a los de tu género...;-)
Puf q miedo da lo de q cuando menos lo esperas pueda haber un terremoto...si no hay nada como nuestra España...ahí lo dejo caer.