Nos han robado la primavera. Y no se trata de un recurso alegórico para intentar expresar que hemos perdido lo más hermoso, el tiempo de las flores, del nacimiento, del resurgir después del largo invierno.
Es literal. Hemos pasado de lluvias continuas desde octubre, y temperaturas si bien no frías, tampoco cálidas, al sol abrasador en su faceta más tórrida. Y no hablo de sexo: que pocas cosas hay menos sensuales que ponerse a sudar estando parado, por completo, dentro del autobús.
El calor me ha impresionado a mí, que soy de secano. Pero más sorprendentemente ha impresionado a mis compañeros de piso: ni siquiera en Teherán hace esta temperatura a estas alturas de año.
Lo bueno, eso sí, es que aquí hay playa. Vaya, vaya. Y mañana, después de hacer el examen, después de comprarme otra mochila, después de cortarme el pelo y después de comer en la mensa, cogeremos un tren para darnos un merecido baño.
Que es lo justo después de una semana de intenso estudio (en un año de intenso mamoneo).
Sed buenos. Si podéis.
AurelianoBastida
PD. Es imposible seguir con la serie BOLINGAS por falta de testimonios gráficos. Pero se están realizando las pertinentes gestiones con el fin de solucionar la eventualidad tan pronto como sea posible.
(Foto: Ostia, la playa de Roma. Sacada de internet, eso sí)
eso debe ser porque se trata de Roma
y como pude comprobar en mis propias carnes
y si en algún caso me despistaba
allí estabais para remediar el error
hay muchas monjas.
Digo esto porque en cierta ocasión la directora del colegio
habiendo observado que en el mes de mayo
los profesores iban con ropa más cómoda y fresca
nos amenazo con que o se remediaba esto
o nos dejaba sin primavera.
Es que las han dejado sueltas y andan por el mundo
haciendo quién sabe qué.
Bueno, esta es mi humilde hipótesis
que puedes creer o no.