El amor, cuando llega, hace tambalearse hasta los cimientos los principios más asentados de la personal individualidad de uno. De repente te sientes perdido, rodeado sólo de una inmensidad inabarcable, sales de ti mismo para buscar una especie de hogar que se antoja, especialmente en los primeros momentos, impersonal e impropio. Eres un desarraigado entre cuatro paredes que no reconoces.
Como los terremotos. Pero sin víctimas mortales. O menos.
Sed buenos. Si podéis.
AurelianoBastida
(Foto: bando, aviso, pregón, anuncio colgado en mi portal anunciando que ha venido un técnico a revisar las condiciones del edificio y que ha dicho que todo bien, gracias, y que vendrán próximamente los bomberos y que estamos avisados, Roma)
Pues parece que la junta de vecinos de tu casa es un poquito charlas
menuda chapa te cuelga por las paredes
a ver si es una novela en fascículos
permanece atento a próximas entregas.